Success for entrepreneur women

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Lo primero es desear a mis lectores de cada semana un exitoso año 2019. Eso lo deseamos siempre, sin muchas veces ponernos a pensar cómo lograrlo.

 

Henry Ford decía “Si hay un secreto del buen éxito, reside en la capacidad para apreciar el punto de vista del prójimo y ver las cosas desde ese punto de vista, así como del propio”.

 

Winston Churchill decía: “El éxito es ir de fracaso en fracaso sin desesperarse”.

 

Así que tomando en cuenta estas dos citas, recuerden oír a los demás, no pensar en que lo saben todo y nunca desesperarse por el fracaso sino luchar hasta lograr el éxito.

 

Esto lo traigo a colación por el proyecto que desarrollamos en Hábitat para la Humanidad con mujeres emprendedoras. Muchas tienden a cansarse, son muchos los retos y dificultades que pasan a diario, madres solteras, con cargas económicas que apenas le permiten llevar el pan a sus hijos.

 

Es por eso que Hábitat Dominicana lleva hacia adelante el proyecto “Construyendo esperanza para mujeres emprendedoras”.

 

El mismo busca apoyar reparaciones y mejoras a viviendas de mujeres emprendedoras que tengan actividades comerciales en sus propias casas. El tipo de construcción no es prototipo, por el contrario, tiene la ventaja de adaptarse al tipo de negocio, al espacio del terreno.

 

Para esto se imparten cursos de finanzas, para que las emprendedoras puedan manejar sus presupuestos, sus ingresos, sus gastos, cómo calcular el beneficio de los productos que venden y poder pagar las cuotas que siempre se acomodarán a sus posibilidades de pago y tasas de intereses subsidiadas.

 

Con esto se crea un fondo revolvente que podrá ser utilizado para poder beneficiar un número mucho mayor de mujeres emprendedoras.

 

El proyecto inicial abarca 230 mujeres con negocios propios en Haina, Los Alcarrizos, el Gran Santo Domingo, Santiago, San Juan de la Maguana y el único requisito es que tengan de 1 a 5 salarios mínimos familiares, es decir, ingresos que vayan desde RD$8,000 hasta RD$78,000.

 

La participación comunitaria, de la familia beneficiada, de las juntas de vecinos es una parte importante del proyecto, no sólo porque abarata sus costos, sino que a la vez es una forma de motivar que más personas participen y sean beneficiadas en lograr la ampliación de su propio negocio.

 

El financiamiento provendrá de recaudaciones nacionales por USD500,000 y de parte de la oficina central de Hábitat en Atlanta por una suma igual.

 

El proyecto está concebido para ser realizado en un período de cinco años, pero personalmente creo que podemos hacer mucho más si a esta labor se suman muchos empresarios que no necesariamente tienen que hacer aportes inmensos, pero si ser factores multiplicadores entre sus amigos de la importancia de un proyecto que saca de la pobreza a muchas de nuestras mujeres que tienen el deseo de progresar, sólo que les hace falta una mano que les enseñe cómo hacerlo y les ayude a recibir los fondos para lograr su proyecto o ampliar el existente.

 

No sólo buscamos el involucramiento del empresario por su capacidad de poder financiar total o parcialmente uno de estos proyectos; queremos que se involucren por un día en el proceso de construcción para que sean testigos del entusiasmo de una familia en progresar.

 

Los que nunca han participado en la construcción de una vivienda serán entrenados en labores básicas y luego se almuerza con la familia, creando un vínculo que nunca olvidarán.

 

Hace pocas semanas fui testigo personal al participar en la construcción del colmado de doña Irene en Haina, madre de nueve hijos y abuela de quince, nos contaba que, con esta ampliación, no sólo venderá más y de forma más segura, que su meta es mucho mayor, es crear una cadena de pequeños colmados.

 

Así como doña Irene hay miles de mujeres esperando tener éxito para sostener a sus familias, salir del círculo vicioso de la pobreza y demostrar que no es necesario esperar la asistencia del Estado, que muchas veces lo que hace es crear una sociedad parasitaria, dependiente de la dádiva.

 

Podríamos ser un ejemplo de país, lo somos positivamente en muchos aspectos, ¿Por qué no serlo, convirtiendo muchas de nuestras mujeres en verdaderas emprendedoras?

 

Autor: Celso Marranzini

 

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