45% de los hogares en la región no tienen una vivienda segura

Hábitat para la Humanidad se une a las Naciones Unidas para celebrar el Día Mundial del Hábitat, con el objetivo de recordar que la vivienda digna, resiliente y segura, es un derecho humano fundamental del que no gozan 1.800 millones de personas en el mundo.

  • Hábitat trabaja para disminuir el déficit de vivienda en 17 países por medio de sus programas.

Según el Banco Interamericano de Desarrollo, el déficit cualitativo de vivienda afecta a casi la mitad de los hogares de América Latina y el Caribe; lo que se traduce a millones de casas construidas con materiales de mala calidad, sin acceso a agua potable, sin sanitarios, sin duchas, situadas en terrenos que no le pertenece a la familia y con pisos de tierra.

En Hábitat tenemos la responsabilidad de continuar creando proyectos y programas que sumen a los Objetivos de Desarrollo Sostenible y ayuden a los gobiernos a disminuir el déficit de vivienda. Queremos acercar a las familias de ingresos bajos a alcanzar la tranquilidad de tener un lugar seguro al cual llamar hogar, desde donde puedan tener un mejor futuro, calidad de vida y salud”, explica Ernesto Castro, vicepresidente de área de Hábitat para la Humanidad para América Latina y el Caribe.

Hábitat tiene presencia en 70 países en el mundo, de los cuales 17 son en América Latina y el Caribe. Entre los proyectos más novedosos de la ONG en la región se encuentra la iniciativa 100 mil pisos para jugar, la cual se desarrolla junto a la Federación Interamericana del Cemento (FICEM).

  • Casi la mitad de los hogares en América Latina y el Caribe están construidos con materiales de mala calidad, no tienen acceso a agua potable y están situados en terrenos que no le pertenece a la familia.

Esta forma parte del programa Pisos S3 de FICMEM, tiene como objetivo el reemplazar 100 mil pisos de tierra por concreto en viviendas vulnerables en todo América Latina y el Caribe al año 2028. Fue lanzada a finales de abril del 2022 y está dirigida a familias en condición de pobreza, que habiten viviendas con un piso en el que el material predominante sea la tierra u otro en muy mal estado; enfocándose principalmente en hogares con mujeres cabeza de familia, con niños menores de 6 años, adultos mayores, y/o con personas con alguna discapacidad.

Enfermedades. Los pisos de tierra albergan parásitos, bacterias e insectos que causan diarreas, enfermedades respiratorias, anemia, entre otros. La sustitución de un piso de tierra a concreto genera beneficios directos en la salud; así lo confirma un estudio del Banco Mundial y la Universidad de California que analizó el impacto en la salud de un programa de sustitución de pisos de tierra en México.

En los niños se registró una reducción en un 70% en las infecciones parasitarias, 49% en diarreas y 81% en anemias, además de incrementar desde un 36% el desarrollo cognitivo. Por su parte, en los adultos se evidenció un aumento del 59% en la satisfacción de la vivienda, menor depresión en un 52% y menor estrés en un 45%.

A nivel nacional, Hábitat tiene 36 años de presencia en el país, en los que ha logrado construir o mejorar la vivienda de 196,455 personas y entregado 39,289, soluciones habitacionales.

Seguimos empoderando con vivienda.

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