Testimonios
Nelson, un pescador de 50 años, ha compartido su hogar con su esposa Juliana durante casi tres décadas. Durante este tiempo, enfrentaron desafíos relacionados con el deterioro del piso de su vivienda. Aunque inicialmente instalaron un piso de cemento, este se agrietó con el paso del tiempo, afectando la salud de la pareja y limitando su capacidad para mantener el hogar en buen estado.
Las grietas generaban mucho polvo, causando alergias y dificultando la limpieza diaria. Para controlar esta situación, Nelson y Juliana colocaron una lona de plástico sobre el suelo agrietado, lo que les permitió reducir el polvo y limpiar con mayor facilidad. Sin embargo, esta solución temporal no resolvía el problema de fondo y afectaba su calidad de vida.
"Me mantenía preocupado pensando en el estado del suelo, porque nos limitaba a la hora de poder comprar muebles y decorar nuestro hogar. El piso mantenía los muebles sucios y en mal estado, quitándonos la motivación para embellecer nuestra casa", compartió Nelson.
Gracias al apoyo recibido, Nelson y Juliana ya tienen un nuevo piso que ha transformado su hogar y su calidad de vida. "Me siento feliz al saber que nos arreglaron el piso, mi esposa está súper contenta. ¡Es un sueño hecho realidad!" comentó con alegría.
Este cambio ha sido posible gracias a la asignación del Presupuesto General del Estado del año 2024 por parte del Ministerio de la Vivienda y Edificaciones y el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, ademas de formar parte de la iniciativa regional "100 mil pisos para jugar" de Hábitat para la Humanidad América Latina y el Caribe y la Federación Interamericana del Cemento (FICEM). En el país, esta iniciativa ha contado con el apoyo de la Asociación Dominicana de Productores de Cemento (ADOCEM).
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